Padres e hijos en crisis… ¿Te suena familiar?
Dar por hecho que nuestros hijos son capaces de tomar decisiones y tener sus propias ideas, y que nuestra presencia se hace menos necesaria cada día, no es nada fácil. Darnos cuenta de que ahora que tenemos que enfrentar nuevos retos, puede desconcentrarnos y atemorizarnos nos hace más vulnerables.
Para nosotros, ver a nuestros hijos convertirse en personas independientes, puede ser muy inquietante. Tal vez ya no nos necesiten como antes; que se hayan vuelto huraños y se resistan a las expresiones de afecto, que hasta hace poco buscaban; que se aíslen mucho tiempo y dejen de platicarnos lo que hacen en el día a día de sus decisiones y lo que hacen.
Los padres necesitamos desarrollar la generosidad para hacernos a un lado y dejar que nuestros hijos lleguen a expresarse con una identidad propia y se hagan cargo poco a poco de su vida.
Tratar con los jóvenes es un gran reto, y sería mucho más fácil si los padres no estuviéramos experimentando también cambios profundos.